viernes, 12 de diciembre de 2008

RESCATE POÉTICO

Os dejo con uno de mis poemas predilectos. Junto con un puñado más, forman parte de mi kit de supervivencia poética particular. Imprescindible llevarlo siempre en la cartera. En cualquier momento, puedes necesitar una curvatura diferente en la sonrisa, aclarar un poco el horizonte o abrigarte en un reconocimiento.

Leedlo despacio, saboreándolo bien. Dentro de un tiempo, retomadlo y volved a paladearlo de nuevo. Veréis como descubrís nuevos detalles que no percibisteis la primera vez. Desde aquí, un petó gegant a Gemmita, por regalarme esta joya invalorable hace ya muchos años...


Claro que no somos una pompa fúnebre,
a pesar de todas las lágrimas tragadas
estamos con la alegría de construir lo nuevo
y gozamos del día, de la noche
y hasta del cansancio
y recogemos risa en el viento alto.

Usamos el derecho a la alegría,
a encontrar el amor
en la tierra lejana
y sentirnos dichosos
por habernos hallado compañero
y compartir el pan, el dolor y la cama.

Aunque nacimos para ser felices
nos vemos rodeados de tristezas y vainas,
de muertes y escondites forzados.
Huyendo como prófugos
vemos como nos nacen arrugas en la frente
y nos volvemos serios,
pero siempre por siempre
nos persigue la risa
amarrada también a los talones
y sabemos tirarnos una buena carcajada
y ser felices en la noche más honda y más cerrada,
porque estamos construidos de una gran esperanza,
de un gran optimismo que nos lleva alcanzados
y andamos la victoria colgándonos del cuello,
sonando su cencerro cada vez más sonoro
y sabemos que nada puede pasar que nos detenga
porque somos semilla y habitación de una sonrisa
íntima
que explotará
ya pronto
en las caras
de todos.

Gioconda Belli

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