martes, 28 de octubre de 2008

TRANSAMÉRICA


Miró por encima del hombro y no alcanzó más que a vislumbrar un estremecimiento continuo, en su columna vertebral. Mascó las briznas de una esperanza arrugada que le quedaban en su bolsillo y, lentamente, giró la manivela que defendía sus intereses. Con rigidez, poco a poco, alcanzó a echar una rápida ojeada al exterior, y con la calma mojada, expiró sus últimos pétalos en su cartera desgastada.

Añoraba la vida que no había masticado, que sólo había diseñado en su espacio de cristal.

Partió una rodaja más de su miseria.
Desafió con la mirada a su destino.
Cerró la puerta tras de si.

2 comentarios:

  1. Por eso tenemos que masticar la vida con ganas para sacarle todo su jugo, poderosa !!!

    Saboreemos... Te debo un mail... Que me gusta a mi leerte !!!

    Un abrazo.

    Manu.

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  2. Manu: Que la vida no nos quite las ganas de darle un pellizco, una mordida, una nalgada
    a la vida ... Ya estoy esperando ese mail, hombre luz. Un besote

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